"El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves".
Mario Benedetti. Quemar las naves.
Imagen: Goya. Cronos.
y me pareció que estaba triste,
entonces te chupé un dedo
y me supo amargo.
Derramaste una lagrima
y en cambio era dulce como azúcar moreno.
Te pregunté:
¿No habrás mordisqueado mi compañía?
¿No habrás danzado por los pasillos hasta abrir todas sus puertas?
¿No habrás caído escaleras abajo?
¿No te estarás volviendo de carne y miel?
Jamás obtuve respuesta,
pero cada vez que lanzabas una lágrima al vacío yo la recogía.
Algunas veces la sorbía,
otras las convertía en silencios y alegrías,
y rara vez desperdiciaba tu llanto
y lo amargo de la tristeza de tus manos.
15 de Junio de 2010
que ternura!
ResponderEliminarsuper atento para apaciguar las penas y pintarle sonrisas a la tristeza
gracias por tus huellas
sé siempre Bienvenido
Esa imagen siempre me ha dado "yuyu" XD
ResponderEliminarY tus letras... impresionantes! A cada cual mejor!