lunes, 25 de abril de 2011

La oveja degollada

"Balas blancas, balas blancas para la oveja negra"

Barricada. Oveja negra.



La oveja degollada vuelve al rebaño.
Cree aún tener sangre en sus venas.
Corriendo por su cuerpo gota a gota.
El cielo clama.
Ella corre.
El redoble de la luna sigue sonando.
Y la sangre, quien sabe si corre o anda rezagada.
Hay estrellas en el cielo.
Ella conquistarlas quiere y ellas se resisten.
No quieren bajar a su encuentro.
La oveja prefiere terminar con su lana manchada.
Pero no se da cuenta que así ni sus restos querrán.
Y quien sabe si su carne tan maltratada tendrá igual lugar.
Qué peor lugar que el abismo.
En todo caso, su pena a nadie debilita ya.
Y ella, que se niega a la muerte, cae al suelo de un trompazo.
Es entonces cuando se da cuenta:
Su corazón siempre estuvo en el barro y al barro la arrastra.

25 de abril de 2011

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