"Balas blancas, balas blancas para la oveja negra"
Barricada. Oveja negra.
La oveja degollada vuelve al rebaño.
Cree aún tener sangre en sus venas.
Corriendo por su cuerpo gota a gota.
El cielo clama.
Ella corre.
El redoble de la luna sigue sonando.
Y la sangre, quien sabe si corre o anda rezagada.
Hay estrellas en el cielo.
Ella conquistarlas quiere y ellas se resisten.
No quieren bajar a su encuentro.
La oveja prefiere terminar con su lana manchada.
Pero no se da cuenta que así ni sus restos querrán.
Y quien sabe si su carne tan maltratada tendrá igual lugar.
Qué peor lugar que el abismo.
En todo caso, su pena a nadie debilita ya.
Y ella, que se niega a la muerte, cae al suelo de un trompazo.
Es entonces cuando se da cuenta:
Su corazón siempre estuvo en el barro y al barro la arrastra.
25 de abril de 2011
Balas blancas, para la oveja negra ...
ResponderEliminar